Canciller Hugo Martínez y Canciller de Vietnam Pham Gia Khiem
Canciller Hugo Martínez: “En nombre del gobierno y pueblo de El Salvador transmitimos las más sinceras muestras de respeto al pueblo de Vietnam y la esperanza de que con la firma del establecimiento de las relaciones diplomáticas se produzca una relación sólida y duradera entre nuestras naciones.”
Canciller de Vietnam Pham Gia Khiem: “Con la firma de este comunicado se marca un hito en la historia de ambos pueblos. Hoy que El Salvador y Vietnam han superado los años difíciles, están en una nueva posición para establecer cooperación en diferentes áreas y continuar su respectivo desarrollo”.
El Salvador y Vietnam abren camino en sus relaciones bilaterales. Un hecho de significativa trascendencia para la amistad y la solidaridad entre los pueblos. Estos dos países separados por un océano tienen una historia contemporánea que se asemeja mucho por son naturaleza y su significación: una guerra que socavó lo mejor de sus recursos y la vida de sus pobladores. Una historia erigida con la sangre sus mejores hijos e hijas.
Los tiempos han dado cambios de significación en las nuevas relaciones políticas de nuestro continente y Asia. Ahora Vietnam tendrá sedes diplomáticas en nuestro continente en Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Bolivia, Ecuador, México, República Dominicana, Panamá, Cuba y ahora El Salvador.
Los trazos en este trabajo implican la consolidación de un nuevo marco de relaciones diplomáticas para el gobierno de Mauricio Funes. Uno de estos ha sido precisamente el generar las propuestas para abrir relaciones con aquellos países que por su identificación con la doctrina socialista, estaban vedados por la derecha tradicional de nuestro país.
El Sur Este Asiático es una región interesante para la apertura de nuevas formas de entendimiento con el mundo. El pasado de Camboya, Vietnam y Laos, está relacionado estrechamente de la manera misma que nuestra región centroamericana, a partir de hechos históricos que han definido la cultura de las relaciones diplomáticas integracionistas. Esos tres países, al igual que Tailandia, Singapur, Malasia, Birmania, Brunei, Filipinas e Indonesia, forman parte de la organización multilateral la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Los intereses de América Latina con relación a ASEAN están situados en una tendencia que va más allá de las ideologías y responde más a realidades y a un mundo que no puede estar separado por situaciones que en nada benefician a los pueblos del tercer mundo.
Vietnam es un país de mil años de historia y diplomacia, que van a través de las dinastías de los Reyes Hung, An Duong Vuong, Ong, Dinh, ex Le, Ly, Tran, Le y Nguyen último, a la época. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de Indochina, ahora el Partido Comunista de Vietnam, y su líder Ho Chi Minh, la diplomacia vietnamita se aplicó con éxito justo, flexible y firme para defender las políticas del estado independiente República Democrática de Vietnam, nacida el 2 de septiembre de 1945.
Esas fueron situaciones especiales en la distensión con el Kuomintang de China con el fin de reunir fuerzas para luchar contra los invasores franceses en el sur de Vietnam, y luego una tregua con Francia por la firma del acuerdo preliminar el 6 de marzo de 1946 con el fin de expulsar a las fuerzas del Kuomintang chino, la guerra con Estados Unidos, la crisis con China y la reconstrucción del país
La diplomacia vietnamita logró desarrollar sus actividades políticas en el ámbito internacional para ganar la simpatía y el apoyo de los pueblos del mundo, especialmente mediante el establecimiento de alianzas con el pueblo de Laos y Camboya en la lucha contra su enemigo común, así como el establecimiento de buenas relaciones con Tailandia, Birmania, Indonesia y la India.
El trabajo diplomático del gobierno y del partido ha permitió que incluso se hayan restablecido relaciones de respeto con Estados Unidos. Los trabajos por el entendimiento y la apreciación de la guerra desde la distancia es una digna lección que los salvadoreños debemos tomar en cuenta.
La cultura del nuestro hermano país asiático, las enormes posibilidades que tenemos de aprender y de compartir nuestras experiencias, nuestro trabajo, nuestras aspiraciones, deben ser los principales objetivos del Canciller Hugo Martínez. Los que seguimos pensando en la renovación de las ideas de la izquierda y en el estudio a conciencia de nuestras realidades, pensamos que es el momento de hacer la diferencia, de forjar los nuevos liderazgos.
Apoyamos todas aquellas medidas y actuaciones que vayan encaminadas a entablar nuevas y cualitativas relaciones con el resto del mundo. Asumimos desde ya que ese acuerdo firmado el 16 de enero de 2010 es un paso que nos incluye a los salvadoreños amantes de la paz y del desarrollo.
Los retos quedan planteados para lo que viene. Lograr que estas nuevas relaciones de amistad entre gobierno y pueblos tenga en verdad un resultado palpable para la gente que sigue esperando un mundo mejor.
Canciller de Vietnam Pham Gia Khiem: “Con la firma de este comunicado se marca un hito en la historia de ambos pueblos. Hoy que El Salvador y Vietnam han superado los años difíciles, están en una nueva posición para establecer cooperación en diferentes áreas y continuar su respectivo desarrollo”.
El Salvador y Vietnam abren camino en sus relaciones bilaterales. Un hecho de significativa trascendencia para la amistad y la solidaridad entre los pueblos. Estos dos países separados por un océano tienen una historia contemporánea que se asemeja mucho por son naturaleza y su significación: una guerra que socavó lo mejor de sus recursos y la vida de sus pobladores. Una historia erigida con la sangre sus mejores hijos e hijas.
Los tiempos han dado cambios de significación en las nuevas relaciones políticas de nuestro continente y Asia. Ahora Vietnam tendrá sedes diplomáticas en nuestro continente en Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Bolivia, Ecuador, México, República Dominicana, Panamá, Cuba y ahora El Salvador.
Los trazos en este trabajo implican la consolidación de un nuevo marco de relaciones diplomáticas para el gobierno de Mauricio Funes. Uno de estos ha sido precisamente el generar las propuestas para abrir relaciones con aquellos países que por su identificación con la doctrina socialista, estaban vedados por la derecha tradicional de nuestro país.
El Sur Este Asiático es una región interesante para la apertura de nuevas formas de entendimiento con el mundo. El pasado de Camboya, Vietnam y Laos, está relacionado estrechamente de la manera misma que nuestra región centroamericana, a partir de hechos históricos que han definido la cultura de las relaciones diplomáticas integracionistas. Esos tres países, al igual que Tailandia, Singapur, Malasia, Birmania, Brunei, Filipinas e Indonesia, forman parte de la organización multilateral la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Los intereses de América Latina con relación a ASEAN están situados en una tendencia que va más allá de las ideologías y responde más a realidades y a un mundo que no puede estar separado por situaciones que en nada benefician a los pueblos del tercer mundo.
Vietnam es un país de mil años de historia y diplomacia, que van a través de las dinastías de los Reyes Hung, An Duong Vuong, Ong, Dinh, ex Le, Ly, Tran, Le y Nguyen último, a la época. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de Indochina, ahora el Partido Comunista de Vietnam, y su líder Ho Chi Minh, la diplomacia vietnamita se aplicó con éxito justo, flexible y firme para defender las políticas del estado independiente República Democrática de Vietnam, nacida el 2 de septiembre de 1945.
Esas fueron situaciones especiales en la distensión con el Kuomintang de China con el fin de reunir fuerzas para luchar contra los invasores franceses en el sur de Vietnam, y luego una tregua con Francia por la firma del acuerdo preliminar el 6 de marzo de 1946 con el fin de expulsar a las fuerzas del Kuomintang chino, la guerra con Estados Unidos, la crisis con China y la reconstrucción del país
La diplomacia vietnamita logró desarrollar sus actividades políticas en el ámbito internacional para ganar la simpatía y el apoyo de los pueblos del mundo, especialmente mediante el establecimiento de alianzas con el pueblo de Laos y Camboya en la lucha contra su enemigo común, así como el establecimiento de buenas relaciones con Tailandia, Birmania, Indonesia y la India.
El trabajo diplomático del gobierno y del partido ha permitió que incluso se hayan restablecido relaciones de respeto con Estados Unidos. Los trabajos por el entendimiento y la apreciación de la guerra desde la distancia es una digna lección que los salvadoreños debemos tomar en cuenta.
La cultura del nuestro hermano país asiático, las enormes posibilidades que tenemos de aprender y de compartir nuestras experiencias, nuestro trabajo, nuestras aspiraciones, deben ser los principales objetivos del Canciller Hugo Martínez. Los que seguimos pensando en la renovación de las ideas de la izquierda y en el estudio a conciencia de nuestras realidades, pensamos que es el momento de hacer la diferencia, de forjar los nuevos liderazgos.
Apoyamos todas aquellas medidas y actuaciones que vayan encaminadas a entablar nuevas y cualitativas relaciones con el resto del mundo. Asumimos desde ya que ese acuerdo firmado el 16 de enero de 2010 es un paso que nos incluye a los salvadoreños amantes de la paz y del desarrollo.
Los retos quedan planteados para lo que viene. Lograr que estas nuevas relaciones de amistad entre gobierno y pueblos tenga en verdad un resultado palpable para la gente que sigue esperando un mundo mejor.
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